miércoles, 28 de octubre de 2015

Entre líneas...Una pequeña pero gran fortaleza



¡Qué tal queridos lectores!, por primera vez tengo el gusto de escribir para ustedes, por medio de este espacio, en el cual comentaremos el mensaje que se encuentra entre las líneas de nuestras obras literarias favoritas.

Yo soy La Ladrona de libros, quien se compromete con ustedes, a robar la esencia de un libro por semana para traérselos y poder compartir juntos uno de los muchos significados o enseñanzas que llevan consigo cada una de las historias. Ustedes pueden mandar sus sugerencias para abordar el tema del libro de cada semana. 

Comenzaremos con una novela que lleva un gran mensaje entre las líneas de su historia, “Eva Luna” una de las obras más conocidas de la autora Isabel Allende. La escritora chilena, quien inicia su carrera con “La casa de los espíritus” en 1982, obra que la posicionó como una de las mejores escritoras Hispanoamericanas de aquel entonces. Así fue como con el paso de los años sus novelas llegaron a ser las mejor vendidas en las librerías no sólo de América sino de algunas partes de Europa también. 

Una de sus novelas más destacadas es la de “Eva luna”,  una breve novela de no más de 300 páginas que nos cuenta la historia de dos desgraciados pequeños que han sufrido bastante y que a diferencia de muchos tuvieron que crecer enfrentando perdidas muy dolorosas además de los fuertes golpes de la vida a muy temprana edad. ¿Pero, fue así como ellos consiguieron esa enorme fortaleza para sobrevivir? ¿De no haber vivido todo eso, habrían superado todas aquellas tragedias que les sucedieron ya de grandes? ¿La búsqueda del amor fue lo que los mantuvo siempre con la esperanza de vivir?. Con base a estas preguntas será como plasmaré mi interpretación a dicha novela.

En lo personal, me parece que la vida de Eva Luna, es un reflejo de lo que padecen muchas de las muchachitas que nos encontramos en la calle trabajando, aún cuando en la época en la que se escribió este libro es diferente a la actual, la historia se sigue repitiendo con el paso de los años.

Desgraciadamente el abandono a criaturas tan pequeñas es muy común y es normal que busquen encontrar esa seguridad, ese sentido de pertenencia, a cualquier lugar a donde los lleve la vida, también es aterrador y triste pensar que muchas de las situaciones con las que se topan no son siempre buenas, gran parte de la gente que actualmente  ayuda a niños de la calle o con problemas económicos, buscan sacar la mayor ventaja, ya sea por medio de la explotación infantil, el abuso sexual, entre muchas otras, pero gracias a una fuerza que nunca he sabido de donde provenga, los niños siempre logran recuperarse y salir adelante.

Es verdad que cuando somos pequeños no importa que nos pase, que tal malo haya sido nuestro día, sabemos salir adelante y al día siguiente sonreír, y es lo que la novela logra transmitir, esas ganas de vivir de Eva, Naranjo y Rolf, que a pesar de haber crecido en un ambiente muy poco favorable, con tantas trabas y malos tratos, llenos de abandono y temores, lograron salir adelante y aunque cometieron errores en el camino y se dejaron llevar en algunas circunstancias, lograron mucho en su vida, nunca olvidaron quiénes eran, qué buscaban, qué querían y cómo lo conseguirían.

Aunque un detalle interesante de la novela, fue el hecho de percibir mucho material alusivo a la seducción, a las relaciones sexuales, a la virginidad y  a la primera experiencia de la pérdida de ésta. Maneja una descripción muy basta sobre lo que se podría decir como “el ritual” para hacer el amor, y en varias ocasiones contrasta dos ideas muy intrigantes, en la primera lo menciona como un acto casi celestial, un momento completamente placentero, como ejemplo podemos poner a Consuelo y al indio, Zulema y Kamal, Rolf y las gemelas, entre otros, y en su segunda visión lo insinúa como una horrible pesadilla, un terror inmenso como lo era en el caso de Lukas y su mujer, como también lo fue con Riad y Zulema.

La autora constantemente juega con las emociones de sus personajes y  les va quitando u agregando características sexuales creando una doble idea muy difícil de concretar ya que toda la historia está envuelta en un aceptado y rechazado deseo sexual.

La trama resulta ser un tanto cautivadora pero no al grado de transmitirte fuertes emociones. El toque que le ponen a Eva sobre ser una pequeña que siempre tuvo el gusto por los cuentos me agradó ya que se podría decir que esa era la esencia de ella y nunca la perdió, aun cuando iban pasando los años, ese espíritu de niño de una manera u otra la conservan todos los personajes, esa esencia que nunca se perdió.

Y aun cuando se termina la historia me he quedado con algunas dudas, que me gustaría que ustedes, lectores, analicen; cuando somos niños, ¿de dónde sacamos esa fuerza para sobrellevar todo aquello que nos pasa?, ¿por qué con el paso de los años vamos perdiendo parte de lo que nos solía ilusionar, remplazándolo con cosas sin sentido, pero consideramos más acorde a nuestra edad?¿Qué nos fascinaba hacer cuando  niños?, ¿y cuántas oportunidad habremos dejado ir por haber sustituido lo que tanto nos gustaba?

La ladrona de libros
(TERCERA PUBLICACIÓN)

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