¡Qué tal queridos lectores!, por primera vez tengo el gusto de escribir para ustedes, por medio de este espacio, en el cual comentaremos el mensaje que se encuentra entre las líneas de nuestras obras literarias favoritas.
Yo soy La
Ladrona de libros, quien se compromete con ustedes, a robar la
esencia de un libro por semana para traérselos y poder compartir juntos uno de
los muchos significados o enseñanzas que llevan consigo cada una de las
historias. Ustedes pueden mandar sus sugerencias para abordar el tema del libro
de cada semana.
Comenzaremos
con una novela que lleva un gran mensaje entre las líneas de su historia, “Eva
Luna” una de las obras más conocidas de la autora Isabel Allende. La
escritora chilena, quien inicia su carrera con “La casa de los espíritus” en
1982, obra que la posicionó como una de las mejores escritoras
Hispanoamericanas de aquel entonces. Así fue como con el paso de los años sus
novelas llegaron a ser las mejor vendidas en las librerías no sólo de América sino de
algunas partes de Europa también.
Una de sus novelas más destacadas es la de
“Eva luna”, una breve novela de no más
de 300 páginas que nos cuenta la historia de dos desgraciados pequeños que han
sufrido bastante y que a diferencia de muchos tuvieron que crecer enfrentando
perdidas muy dolorosas además de los fuertes golpes de la vida a muy temprana
edad. ¿Pero, fue así como ellos consiguieron esa enorme fortaleza para
sobrevivir? ¿De no haber vivido todo eso, habrían superado todas aquellas
tragedias que les sucedieron ya de grandes? ¿La búsqueda del amor fue lo que
los mantuvo siempre con la esperanza de vivir?. Con base a estas preguntas será
como plasmaré mi interpretación a dicha novela.
En lo
personal, me parece que la vida de Eva Luna, es un reflejo de lo que padecen
muchas de las muchachitas que nos encontramos en la calle trabajando, aún
cuando en la época en la que se escribió este libro es diferente a la actual, la historia se sigue repitiendo con el paso de los años.
Desgraciadamente
el abandono a criaturas tan pequeñas es muy común y es normal que busquen
encontrar esa seguridad, ese sentido de pertenencia, a cualquier lugar a donde
los lleve la vida, también es aterrador y triste pensar que muchas de las
situaciones con las que se topan no son siempre buenas, gran parte de la gente
que actualmente ayuda a niños de la
calle o con problemas económicos, buscan sacar la mayor ventaja, ya sea por
medio de la explotación infantil, el abuso sexual, entre muchas otras, pero
gracias a una fuerza que nunca he sabido de donde provenga, los niños siempre
logran recuperarse y salir adelante.
Es verdad que cuando somos pequeños no importa
que nos pase, que tal malo haya sido nuestro día, sabemos salir adelante y al
día siguiente sonreír, y es lo que la novela logra transmitir, esas ganas de vivir de Eva, Naranjo y Rolf, que a pesar de haber crecido
en un ambiente muy poco favorable, con tantas trabas y malos tratos, llenos de
abandono y temores, lograron salir adelante y aunque cometieron errores en el
camino y se dejaron llevar en algunas circunstancias, lograron mucho en su
vida, nunca olvidaron quiénes eran, qué buscaban, qué querían y cómo lo
conseguirían.
Aunque un
detalle interesante de la novela, fue el hecho de percibir mucho material
alusivo a la seducción, a las relaciones sexuales, a la virginidad y a la primera experiencia de la pérdida de
ésta. Maneja una descripción muy basta sobre lo que se podría decir como “el
ritual” para hacer el amor, y en varias ocasiones contrasta dos ideas muy
intrigantes, en la primera lo menciona como un acto casi celestial, un momento
completamente placentero, como ejemplo podemos poner a Consuelo y al indio,
Zulema y Kamal, Rolf y las gemelas, entre otros, y en su segunda visión lo
insinúa como una horrible pesadilla, un terror inmenso como lo era en el caso
de Lukas y su mujer, como también lo fue con Riad y Zulema.
La autora
constantemente juega con las emociones de sus personajes y les va quitando u agregando características
sexuales creando una doble idea muy difícil de concretar ya que toda la
historia está envuelta en un aceptado y rechazado deseo sexual.
La trama resulta ser un tanto cautivadora pero no al grado
de transmitirte fuertes emociones. El toque que le ponen a Eva sobre ser una pequeña que siempre tuvo el
gusto por los cuentos me agradó ya que se podría decir que esa era la esencia
de ella y nunca la perdió, aun cuando iban pasando los años, ese espíritu de
niño de una manera u otra la conservan todos los personajes, esa esencia que
nunca se perdió.
Y aun
cuando se termina la historia me he quedado con algunas dudas, que me gustaría
que ustedes, lectores, analicen; cuando somos niños, ¿de dónde sacamos esa
fuerza para sobrellevar todo aquello que nos pasa?, ¿por qué con el paso de los
años vamos perdiendo parte de lo que nos solía ilusionar, remplazándolo con
cosas sin sentido, pero consideramos más acorde a nuestra edad?¿Qué nos
fascinaba hacer cuando niños?, ¿y
cuántas oportunidad habremos dejado ir por haber sustituido lo que tanto nos
gustaba?
La ladrona de libros
(TERCERA PUBLICACIÓN)
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